esa tumba no es mía.

me sorprende algo que realmente no me sorprende.
me entristece pero me asegura lo que ya sabía que era asegurado.
no me afecta ni altera la existencia mas que mirar atrás y sonreír por lo abandonado.
nos hace reír y al mismo tiempo pegar una patada sobre el piso, o un puño en la mesa,
como tanto puede cambiar y uno no ser cambiado.
el nudo del estomago por recordar algo que ya había olvidado.
la sonrisa sarcástica de sacar la ficha, y entender algo que sería mejor ni analizarlo.
el pésame, la ironía, lo agridulce que parece amargo.
la capacidad de reinventarse y quedar siempre del mismo lado.
la inhabilidad de abrir los ojos a las obvias mentiras que todos compran con el sueño idealizado.
tristeza cierta, inseguridad palpitante, miedo ajeno.
siempre la misma historia,
 redundan las palabras
sobran, se repiten.
y el ciclo no para.





"Gracias a la vida que me ha dado tanto"