
Que difícil es darnos cuenta de la gravedad de los actos que cometemos sobre la realidad. Nuestra realidad se va amoldando a nuestras decisiones…
Decisiones que podemos tomar en un segundo, unos minutos, un día, o semanas… decisiones que ni las procesamos, ignoramos las posibles consecuencias, evitamos el momento reflexivo que puede llegar a modificar nuestra motivación a actuar….
Nosotros podemos perdonar a aquellos que nos hicieron daño… podemos adaptarnos a lo que nos sucede… podemos perdonarnos a nosotros mismos por lo que hicimos… Pero la sociedad no perdona. Ellos si se acuerdan.
Para toda acción hay una reacción. Para todo hecho socialmente irresponsable hay una consecuencia social imperdonable. No podemos librarnos hasta no pagar nuestra condena. El problema radica en si el pago de la condena borra la suciedad del nombre… los malos recuerdos… los traumas vividos… los años perdidos….
Esta computadora me enseñó a que con el botón de “volver” puedo revivir lo anterior, recuperar lo perdido, modificar lo elegido, buscar nuevos resultados, cambiar el rumbo, modificar mis consecuencias, tomar mejores decisiones…. Pero no me enseñó a manejar la frustración que deja el trago amargo de enfrentarse a la realidad irreversible de lo vivido… ojala algún día la sociedad también elija perdonar a aquellos que pagaron su condena… ojala Dios pueda ayudar a aquellos que la están pagando… y a los otros que esperan afuera.
En la epoca de la maquina de escribir había que pensar mucho mas las cosas. Las hacías una sola vez y bien: la primera.
ReplyDelete:) tal cual. no vendria nada mal volver no?
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