Un niño aborigen estaba lanzando flechas contra un barranco. Durante la pausa, mientras el niño había dejado su arco y su flecha en el suelo, llego al lugar de pruebas un viejo cazador de la tribu. Le llamo la atención que el impacto de cada flecha arrojada estuviera justo en el centro de unos círculos dibujados con una piedra caliza. Asombrado por la exactitud de los impactos, pidió al niño que nuevamente lanzara una flecha. Cumplido el pedido, el niño corrio al barranco y dibujo el circulo en torno de la flecha recien disparada. Había ¨acertado¨.
Que facil que es trazar el circulo divisorio entre el bien y el mal una vez que ya cometimos el hecho.
Que facil es siempre intentar ¨salvar¨ a las personas del juicio ajeno o de su propio juicio, analizando su contexto e intentando tener una aceptacion incondicional para brindarle, asi ellos mismos algun dia se puedan perdonar.
Yo me pregunto.... estaremos abalando toda clase de hechos malos y justificando nuestras propias acciones dentro del consultorio por el bien del hombre?
Entiendo que no soy nadie para juzgar a nadie. Yo hago cosas como todos. (no digo cometo errores, porque dentro del consultorio no existen los errores, sino las decisiones...cierto?) entonces, yo hago cosas que traen malas consecuencias por lo tanto no debo juzgar a nadie por lo que hace.

Ahora... no sera que al intentar que nadie se sienta mal por nada, y justificar los actos por medio de la explicacion del contexto, la historia, la genética y la estructura de personalidad, en lugar de ayudar a alguien estoy contribuyendo al relativismo y alimentando la incertidumbre con respecto a la ética y moral de la humanidad??
Esta claro que todos merecemos el perdón, ya sea del Ser superior en el cual creemos, de las personas que nos rodean, o de nosotros mismos. Pero lo claro es que cuando pedimos perdón, es porque entendemos claramente que cometimos una falta, o un error. Entonces, si vivimos justificando nuestras acciones, terminamos pidiendo perdón por las consecuencias de estas, pero no por los actos en si mismos.
Analizando un poco en la etapa que estamos viviendo como sociedad, encuentro que hacemos lo mismo que este nene aborigen del cuento, trazamos el parámetro de lo que esta bien, alrededor de nuestro acto, por lo tanto, siempre que quiera juzgar mis propias acciones voy a encontrarme en un lugar libre de falta.
Irónico también, como marcamos el circulo alrededor de nuestra flecha, y la de nuestros seres queridos, pero condenamos al desconocido, solo porque no tenemos ningún tipo de vinculo afectivo que nos ate y nos haga sentir mal por nuestro rotulo discriminatorio con el que lo acusamos.
En donde estamos parados con respecto a lo que esta bien de lo que esta mal? si hasta dentro de la misma religión existen diferentes posturas que interpretan los principios divinos y la manera en que debemos manejarnos en sociedad....
Donde me paro para decidir si hago lo correcto o no?
y si no creo en Dios.... en que filosofía me apoyo para decidir sobre mi conducta? elijo el autor que mas me gusta y lo aplico? saco de todos un poco y creo mi propio librito de ética para guardar bajo el brazo?
y una vez que arme este librito... lo respeto o lo adapto según lo que hago mas adelante?
esa adaptación de mis principios éticos, la hago para justificarme o porque soy mas maduro y veo las cosas diferente?
si hablo con mi yo hace 5 o 10 años atrás, que me diría con respecto a lo que hago ahora? porque? que cambio en mi o en mi contexto?
¨No somos dioses y el intento de ser superhombres
puede implicar el peligro de poner en juego nuestra pobre humanidad...¨
Judith Botti
América y la idea de una nueva humanidad.
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