Cuantos sentimientos encontrados...cuantas alegrías, cuantos miedos, cuantos recuerdos que se van guardando...
Que increíble como fuimos avanzando. Un grupo de personas totalmente diferentes, de distintos lugares y con distintos objetivos, pero unidos para caminar juntos estos últimos cinco años de vida.
La verdad es que cuando todo se termina es cuando realmente comenzas a apreciar lo que tenias.
Que distinta seria la vida si viviéramos todos los días como si fuera el ultimo.
Lo que pasa es que enredados entre las obligaciones nos olvidamos de vivir en compañía, de disfrutarnos, de apreciarnos mientras nos teníamos...
Hoy, quedan pocas semanas para hacer algo diferente.
Podemos aprovecharlas, disfrutar, vivir intentando crecer a cada minuto...
Nos queda poco tiempo para tener que enfrentar la otra parte de la vida.
Todos frente a la misma crisis, las decisiones, los viajes, las posibilidades...
Ahora hay que enfrentar la vida sin las amigas cerca, sin la posibilidad de quedarte encerrada en tu casa por varios días cuando te sentís mal, sin poder esconderte detrás de los libros cuando no sabes que decidir sobre tu futuro...Me atrapa la melancolía mezclada con el miedo a tener que decidir.
Hay que avanzar.
Me era mas fácil seguir dando vueltas sin decidir que hacer pero ya no tengo mas alternativas.
Hay que tomar decisiones.
Es el tiempo de vivir.
Pero estoy aterrorizada.
Me siento dentro de un frasco cerrado a presión.
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