A veces la gente pierde el amor... se olvida de que no es un juego y que las personas son personas al fin, que piensan, que eligen, que pierden la fuerza cuando parece que están avanzando solas. Que también se confunden con los mensajes paralelos y terminan por dejar de luchar por algo que aparentemente no les demuestra nada. Dejan sus ganas de crecer y amar en un cajón en su casa y salen a la calle olvidando que ese es uno de los propósitos principales de la existencia humana. Amar y ser amado...simplemente conectarse con alguien que tenga las mismas intenciones. Así se convierten en maquinas de la sociedad, programadas para hacer lo que todos hacen. No solo pierden el amor por la gente, sino el interés por la propia vida, las pasiones, las verdaderas actividades que los movilizan.

Cuanta gente se olvidó lo que significa ir a visitar a alguien solo por charlar, especialmente a los viejitos, que añoran con ansias compartir sabiduría. Cuanta gente se olvidó de hacer algo solo por hacerlo, porque nos gusta, solo porque si, como pintar un cuadro que pensas que lo vas a usar de adorno y lo terminas guardando en el placard...hacer una tarjeta de cartulina con lentejuelas y brillantina para darle a una amiga con un bombón, para hacerla sentir bien... Inventar una receta nueva de una torta que resulta incomible, pero que se la termina comiendo algún hermano o amigo con un poco de leche...porque para ellos esta re buena! ...cuanta gente se olvidó que con solo sonreír la vida es mas llevadera, y la gente se contagia del buen humor si se lo regalas...
Cuanta gente se olvidó que la vida pasa por todas esas cosas que pasamos por alto y que la hacen mas hermosa... el café instantáneo de la mañana, el olor a lluvia, a tierra mojada, a pasto recién cortado o el fresco de las madrugadas de verano... tantas cosas...tantas cosas.
Los licuados de frutas, las caminatas por la cuadra solo para salir a tomar aire...el picnic de los sábados.... las facturas y mates de la media tarde, las plazas llenas de niños, el cielo celeste y el cielo nublado, la comida de mama, el partido de verano que pasan por radio, que lo tenes que escuchar suave porque todos duermen la siesta... la siesta... la película empezada de la tele que te engancha por mas que ya la viste mil veces, el olor del diario, escuchar al vecino cantar o tocar el piano, el tele en mudo que hace compañía mientras lavas los platos...los fuegos artificiales de navidad, los asados en el patio a las doce de la noche...la radio que pone un tema que te remonta a tu adolescencia, a esa persona, a ese recuerdo... tantas cosas...cuantas cosas!
A veces la gente pierde las ganas de vivir... porque se olvidaron de las cosas pequeñas que hacían que la vida, sea vida.