y la garganta se reseca cada vez que lo pensas.
posiblemente como una consecuencia inmediata de tu respiración por la boca,

algo que te dicen que no es bueno pero que para vos es inevitable
por no darte cuenta cuanto tiempo estuviste en la misma posición.
respirando.
congelada en un mismo pensamiento.
intentas ignorarlo, pero comienza a carcomer tus energías.
tu cerebro se hace del tamaño de una nuez.
por momentos te gustaría que sea de piedra
pero llegas frustrada a la conclusión que es una esponja.
ni siquiera una pagina en blanco donde podes escribir lo que elegís,
es una esponja que absorbe todo
hasta la ultima gota.
reseca tu alma de la misma forma que tu garganta.
ya nadie te puede salvar.
ni vos, ni nadie.
intentas abrir los ojos para darte cuenta que ya los tenias abiertos.
prendes la luz pero la realidad te dice que preferís no ver.
das manotazos lentos en la oscuridad.
intentas tocar algo conocido, familiar, amigo
algo que te haga sentir vos otra vez.
encontras las penumbras con su confusión.
buscas sus brazos entre tus sabanas,
la cama se hizo mas grande de lo que pensabas.
te preguntas si lo podes manejar.
te volves a tu patética posición fetal,
la unica posición donde te sentís a salvo.
sabes que es solo una manera de acomodarse
que no te sirve para enfrentar la realidad.
te acurrucas en silencio.
te abrazas.
te haces chiquita,
te sentís chiquita.
el mundo es muy grande,
no sos grande como el mundo.
tus estrategias de princesa de cuentos
no te sirven para enfrentar la cruda realidad de las mujeres con vida.
y decidís no enfrentar, quedar en silencio,
respirar profundo, no sacar conclusiones...
te gustaría borrarlo todo,
sabes que es imposible.
desear queda para los niños...
pasan los minutos en tren.
miras el reloj, son las seis de la mañana.
escuchas la música suave del fondo,
sonreís al reconocer la melodía
recordas que sabes algunos pasos de baile.
pegas un salto fuera de tu mente
lo agarras de la mano.
bailemos.
no importa que no sepas hacerlo.
juntos podemos aprender.
y entre sus brazos volves a encontrar tu lugar.
descansa en paz niña de cuentos de hadas.
son las seis de la mañana,
ya sale el sol.
¨Bailemos, porque no hacen falta palabras de mas.
Bailemos...lejos de la gente quisiera volar.
Perfiero que dure un segundo mi noche a tu lado
a tener que vivir en un mundo prestado...
sin tardes, sin luna y tan lejos de ti...
bailemos, bailemos, bailemos esta noche que podemos....¨
Coti.